Nuestra primera fábrica nació en Gravina di Catania, durante la Segunda Guerra Mundial, gracias a la iniciativa de Zappalà Venerando. En 1955 abre una nueva fábrica en Mascalucia, una localidad de la provincia de Catania en las laderas del Etna, y transmite el complejo arte de la molienda y la pasión por la autenticidad de los productos primero a sus hijos y luego a sus nietos..

La empresa hoy, ya en su tercera generación, cuenta con una eficiencia de producción de 220 quintales / 24 h. Nuestro carácter distintivo es el alto nivel del producto terminado, obtenido gracias a los precisos análisis químico-físicos llevados a cabo en el laboratorio y la meticulosa selección de materias primas procedentes exclusivamente de consorcios y agricultores sicilianos. La filosofía de Molino Zappalà es situar las necesidades del cliente en el centro de los procesos de toma de decisiones con el fin de establecer una colaboración duradera y firme, prestando un esmerado servicio tanto en la producción como en la distribución de los productos.